Cuando empecé a escribir la historia de Daniel y Amelia siempre supe que el amor que sentían el uno por el otro era capaz de superar cualquier obstáculo, cualquier límite, incluso los que ellos dos desconocían que tenían. No importa si Daniel necesita entregarse a Amelia, o si ella todavía se siente un poco insegura, lo único que importa es que se pertenecen. A través del placer y del deseo, y de su rendición, Daniel consigue darle a Amelia algo que creía imposible; su corazón.
Gracias por dejarte seducir por Todos los Días.
hermosa historia de amor… nos regalaras un adelanto o algo de un dia ???
Haré todo lo que pueda para que así sea. Un placer saludarte Ingrid, gracias por tu comentario.